
Fibula de ballesta de bronce
Como no dedicarle una entrada a mi web a la famosa fibula, que muchos de los amantes de la arqueología romana o hispánica ya conoceréis. La primera imagen corresponde a una fíbula de ballesta, uno de los diseños mas conocidos y llamada así por la semejanza con la forma de una ballesta, esta en particular tiene unas inscripciones » EX SVPERA»( posiblemente perteneció a un soldado romano ).
La fíbula, del latín «fibula» que significa aguja, que hoy en día es la palabra española que conocemos como hebilla. Era una pieza que llegó a tener gran importancia en la vestimenta de muchos romanos, se trata de un objeto metálico diseñado para sujetar o unir ciertas prendas de vestir, ya que los botones como conocemos hoy en día no se comenzaron a utilizar hasta entrada la Edad Media, el mecanismo es el mismo que un broche o un imperdible pudiendo insertar con facilidad las prendas.
Las primeras fíbulas encontradas datan de la Edad de los Metales y a medida que las sociedad se van desarrollando con ellas estos singulares objetos. Así pues encontramos fíbulas en los objetos legados por los fenicios, los romanos, los griegos. De la misma manera debemos destacar como a partir de la época bizantina estos objetos se hicieron cada vez más ampulosos llegándose a convertir en verdaderas obras de arte en las que se engarzaban piedras preciosas o semipreciosas.

Ejemplo de utilización de una fíbula. Emperador Antonio Pío en marmol
Existe una variante de estas fíbulas denominada hispánica o anular hispánica porque sólo se encuentra nuestra Península Ibérica, siendo una fibula Ibérica encontramos varios diseños que muchos ya os sonará, pero las que nos caracteriza sin duda se trata de un aro o anillo sobre el cual monta el referido arco metálico formando una sola pieza (Imagen) . Sin duda es una importante y popular pieza de la arqueología española, la cual no solo cuenta con este diseño sino muchisimos más que hoy no hablaremos de ellos.
A destacar que en la fíbula anular hispánica en la que el diseño del arco pasador a menudo queda configurado a modo de jinete.
El tamaño de las fíbulas hispánicas depende de las prendas a sujetar, una de gran tamaño ( 10cm – 6cm ) podía llegara sujetar gruesos y pesados mantos de lana , las de tamaño medio ( 6cm – 4cm ) para mantos mas finos y las de tamaño pequeño ( 3cm – 4cm ) para ropas de interior, también existen las llamadas en miniatura de menos de 3cm, que pudieron igualmente utilizarse para ropa interior .

Fíbula anular hispánica

Fíbula anular prerromana perteneciente al primer Tesoro de Arrabalde. Forrada en oro sobre plata y alma probablemente de bronce. Expuesta en el Museo de Zamora.
La gran mayoría de las fíbulas fueron fabricadas en bronce y con un sin fin de diseños, pero también las podemos encontrar en plata y en oro. Su diseño refleja el gusto y la posición económica del propietario. Podía adornarse con diversas técnicas, la incrustación de gemas, esmaltado y la aplicación de pasta vítrea, coral o hueso.

Fíbula romana tipo de rodilla, plata

Fíbula romana con esmaltes
la fíbula tenía un valor simbólico, dado que las figuras y formas representadas en su diseño podían significar los gustos, el rango militar o la pertenencia del dueño a la élite ecuestre o guerrera. Siendo una pieza cuyo objetivo al final fue útil, decorativo y simbólico.
Muchas de ellas se han llegado a conservar y podemos disfrutar de ellas en los museos, ya que se convirtieron en un acompañante a los difuntos en sus tumbas desde la época prerromanas hasta muchos siglos después, muchas de ellas descubiertas en tiempos recientes.

Fíbula de Braganza, Oro, 250-200 a.C
No puedo dejar a un lado la extraordinaria «Fíbula de Braganza», de fabricación posiblemente hispánica, una pieza de oro del siglo III a.C, propiedad del Museo Británico y tasada en un millón y medio de euros. Además de ser un documento histórico que define el poder y esplendor en la época helenística, es un ejemplo de la excelencia que alcanzó la orfebrería.
La escena que muestra esta fabulosa fíbula es la de la lucha heroica entre un joven guerrero desnudo, seguramente Hércules, armado con sus atributos – casco tipo montefortino, espada y escudo – y un monstruo.
Se piensa aunque no se ha demostrado que puede ser de fabricación hispánica probablemente de la zona del alto Guadalquivir y está fechada en el siglo III a.d.C. Lo que sí se sabe es que esta pieza perteneció a la colección de la Casa Real portuguesa.
Termino comentando que tristemente cada vez más los falsarios se dedican a replicar este tipo de piezas, si algún día llega a vuestras manos alguna enseñarsela a algún entendido y que os diga si es autentica o no.